18.9.09

EL CRISTO EN LA NOCHE DEL CATORCE DE SEPTIEMBRE

Somos multitud los devotos que tenemos especial predilección por acompañar al Santísimo Cristo de La Laguna, en la procesión de la noche del catorce de septiembre.

La fiesta, pese a yerros cometidos, en orden a la fe del pueblo y ya subsanados de momento, se sigue celebrando en la antigua Plaza de San Francisco, antes su piso era de tierra y don Juan Marrero presumía de Templete, todo engalanado, mientras su hermano don Luís ejercía de bracero, ejecutando el trabajo duro y de excelencia meritoria que suponía el engalanar el entorno, donde destacaban las sábanas blancas de los ventorrillos. Hoy día el espacio se ha reducido dando paso a las dependencias provisionales del Mercado y al descomunal escenario, destinado a las más diversas actuaciones, lo que ha supuesto a los laguneros y laguneras, dejar de ser protagonistas de unas fiestas entrañables, para ser simples espectadores anónimos, en un tumulto ruidoso.

No obstante este año además la celebración de la Misa previa a la posesión de la noche, oficiada por el superior franciscano duró más de una hora y cuarenta minutos, con una homilía pesadísima, en una Iglesia totalmente colmada de fieles en la que apenas se podía respirar, pues faltaba el aíre. Esta celebración no tiene especial justificación en tanto en cuanto a su duración, ya que el día de la Fiesta por la mañana hubo una solemne función presidida por el obispo. La realidad no es otra que estamos en manos de unos frailes, que nos envían de allende los mares (Península Ibérica) de la curia provincial Bética Franciscana. Estos señores, como “godos listillos”, se permiten muchas licencias, cuando los cultos, horarios y demás detalles internos, los fija el Ordinario.

Creemos ha llegado el momento de reflexionar sobre la presencia y misión de los frailes, ya que el nombramiento del superior corresponde al obispo diocesano (canon 317). Por otra parte no se puede pretender el mantener un convento con dos frailes (uno mayor) y dos legos de mucha edad y enfermos. Así es imposible realizar una labor, que justifique la presencia de los franciscanos en La Laguna, con lo que colectas y donativos se quedarían sin viajar a Sevilla.

Estimamos que ha llegado el momento de elaborar acuerdos claros y concretos, habida cuenta que en definitiva el Definitorio Provincial olvida que todo está estipulado en el contrato en vigor de 1917. Pero a la Junta no le interesan los problemas, sino cumplir cuatro misas y otras salidas procesionales que visten mucho. Se podría aprovechar la estancia del Padre José Arenas para que ejerciera de fraile bueno con el Provincial y trasladar de una vez a este lego reconvertido paea que “perree” por otros conventos.

Por último, felicitamos a doña Teresita Laborda, mujer y tía de esclavos, por su valentía en reivindicar la entrada de féminas en la Esclavitud. Buena falta les hace a estos esclavos, que manifiestan que la Institución marcha bien, mientras el Asilo y los pobres tienen muchos problemas.

Mientras les deseamos tengan unas Felices Fiestas de septiembre y guarden el traje negro y los guantes en el armario hasta la Semana Santa.


FIDEL CAMPO SANCHEZ