Eligio Hernández cometió algunos errores en su etapa de fiscal general del Estado. El principal de todos fue su obediencia absoluta al entonces Gobierno de Felipe González en una época difícil. Corrían los años de los GAL. Yerro de terrorismo de Estado que él mismo no quiere reconocer en público, pero que ha enmendado sobradamente con sus hechos durante los últimos años. Eligio Hernández, posiblemente la cabeza mejor amueblada de los socialistas canarios, lo ha sido todo jurídicamente hablando: juez, fiscal y abogado. Un bagaje intelectual que respalda de sobra cuanto dice. Y dice lo que piensa, muchas veces sin tener que pensar en las consecuencias políticas de lo que dice. Mala cuestión para las cúpulas de los partidos que como el PSOE y de las JONS de disciplina orgánica franquista acostumbradas a la docilidad, impuesta por la fuerza, de sus “popes” más representativos, donde prima aquello que dijera el ínclito Alfonso Guerra: “el que se mueve no sale en la foto” y como Eligio, en su buenas formas y honestidad se ha situado al lado de la razón, la honestidad y la verdad, le han aplicado la horca caudina que también se les da a los mediocres
Eligio, al que en su día, hace años conocimos como juez de instrucción en el Juzgado de Entrada de Granadilla de Abona y después en Icod e los Vinos, ha expresado en reiteradas ocasiones duras críticas contra la prepotencia de algunos jueces de Instrucción. Reproches, apoyado en la experiencia personal, pues no en vano ha tenido la humildad de reconocer que él mismo cometió las mismas equivocaciones a sus veintitantos años.
Si las censuras de Eligio Hernández se hubieran limitado al ámbito del Poder Judicial, nada le hubiera impedido acceder al cargo de Diputado del Común. Pero como el amigo; don Eligio tampoco ha escatimado críticas hacia su propio partido -el PSOE- y eso no le ha gustado nada a determinados mequetrefes psicópatas que dirigen a niveles insular y regional su propio partido. Les ha disgustado a los muy ladinos sobre todo, a López Aguilar, Santiago Pérez y al resto de la nomenclatura de personas cuya actividad es la:”oficio” de político. Parece que los socialistas prefieren a María Dolores Pelayo, persona más maleable y obediente a las consignas partidistas a ese fundamentalismo sectario del tal López Aguilar y sus mesnadas de inútiles.
Lo grave es que a don Eligio Hernández lo veta su propio partido porque lo consideran muy próximo al PP y CC., al parecer no se pueden tener amigos en la otra derecha: PP-CC Ya que estos “padrecitos” de la patria guanche campeona de la corrupción, donde no escapa nadie: Arona, Adeje, Granadilla, Guía de Isora, donde desgobiernan o han desgobernado parece que tiene mucho que ver con la defensa del ciudadano y es la “izquierda” y son los “izquierdosos López-Pérez los únicos que tienen poder para denunciar las corruptelas de la otra derecha y tapar la de los suyos.
Está muy claro que no corren los mejores tiempos para esa Institución que es el Diputado del Común. Aún suenan los ecos de la reprobación parlamentaria sufrida por Manuel Alcaide en el propio Parlamento. Presuntas irregularidades aparte durante su gestión, el pecado imperdonable que ha cometido y que no perdonan estos “demócratas” de pacotilla no ha sido otra que arremeter contra esa mal llamada clase política, y además, al que ni tan siquiera le han atendido en cuestiones como el escandaloso tema del silencio administrativo, reclamaciones de diverso tipo en que los contribuyentes se encuentren desatendidos y leyes de dependencia que brillan por su ausencia en esta nacionalidad donde se guarecen infinidad de corruptos.
FIDEL CAMPO SANCHEZ
