27.9.09

EL INSOLIDARIO JOSE SANJURGO PUERTAS

Leyendo el matutino EL DIA del 20 del presente mes de septiembre nos encontramos con un escrito suscito por un señor con apellido de un general de triste memoria de la guerra incivil que rezuma odio e insolidaridad desde el comienzo del mismo hasta el final, por lo que si se nos lo permite haremos algunas consideraciones
Como consecuencia de los avances sociales a partir del primer Gobierno socialista que presidiera don Felipe González Márquez (1982/1996) que impulsó una serie de reformas sociales que dieron como resultado positivo, para los que no tenían nada, el Real Decreto357/1991, iniciado con Suarez y Calvo Sotelo por el que se desarrolló en materia de pensiones no contributivas la ley 26/1990. Pensiones económicas y de duración indefinida que fueron reconocidas a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carecían de recursos suficientes para subsistir, inmensas mayorías procedentes e la Agricultura a los que sus patrones no pagaban sus cotizaciones al SOVI. La gestión de estas pensiones está atribuida a las comunidades autónomas y a los servicios sociales de IMSERSO.
Y como vemos inmerso de lleno en la insolidaridad, a este posible pariente de aquel golpista español, de su mismo apellido, le decimos que la solidaridad es uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política. Su importancia es radical para el buen desarrollo de una doctrina social sana, todo lo contrario de aquellos que preconizan la insolidaridad facistoide para no ayudar a hacer ciudadanos y si esclavos a los otros. Dándose este caso de insolidaridad precisamente en muchos de esos que se dan fuertes golpes de pecho y desdeñan el amor a Dios que es devoción, ternura, misericordia, compasión por aquello de.” Amará a tu prójimo como a ti mismo”.
Y como somos canarios de integración y este individuo, señorito Sanjurjo que nos parece “godo español o godo canario”, cabemos romper una lanza a favor de don José Rodríguez Ramírez al que repudia por su defensa a favor del saberanismo de esta nacionalidad, por medio de sus editoriales en el matutino El Día, con todos los fundamentos y razón que esgrime el señor Rodríguez, pues, Canarias es una colonia africana y atlántica, explotada y vendida por España y los canarios de servicio, y que llevamos a término en razón a que nacionalismo es una ideología y movimiento social y político de actividad propia y diferenciada a un territorio y a su ciudadanos y que propugna la preservación de rasgos identitarios, el derecho a la autodeterminación, la gloria y lealtad a considerar Canarias como una Nación propia. Es asimismo un sentimiento que, nosotros cántabros de nacimiento, casado con autóctona canaria y con ocho hijos mestizos, como la mayoría de los canarios, defendemos y ponemos como divisa aquello que dijera Unamuno: “Se es de donde es la descendencia”, pese a que algún cantamañanas pudiera intentar quitarnos ese derecho.

FIDEL CAMPO SANCHEZ