21.9.09

LA PANDORGA EN EL RECUERDO

Hace muchos años La Pandorga era el número más esperado y popular de las Fiestas de Septiembre, según nos dicen en información que hemos recabado. Se había dado comienzo a la colocación de banderas, arcos en la Plaza de San Francisco y la Pandorga se disponía a anunciar que la ciudad estaba en fiestas.

En pleno ensayo del Orfeón la Paz, aparecía Juanito Cabeza demandando prisas y mejoras en la carroza que preparaban con papel de seda lo veteranos de la laureada sociedad. Los chicos visitaban los confines de La Laguna, donde conocidos artesanos como Barrenita, maestro Ricardo, los Marrero, preparaban y decoraban las carrozas que patrocinaban año tras año, el Ateneo, la Batería de Montaña, el Casino, Muebles Godiño, la Cocal, la Vidriera, la Cruz Roja, el Real Hespérides y que constituían la esencia de aquella Pandorga que era recibida con entusiasmo por todos los laguneros y laguneras.

Por una vez Panchito cambiaba el grito futbolero de “Hesperidito” , para seguir a la Banda de Música, que dirigía Pedro Patita, entonando el “chío, chío”, convertido en un feliz saltimbanquin anunciador de unas fiestas donde no faltaban gigantes, cabezudos, carrozas y bengalas. Era un cortejo de estrafalarios personajes, con tambores y cornetas, la Banda de los Salesianos, la Banda del Regimiento y las de los Artilleros de Montaña. Un cortejo numerosísimo en el que eran espectadores todos los laguneros, jóvenes, niños y personajes variopintos.

La cabalgata era capaz de reunir a Pan Duro, a Lorenza con cachimba, a un Fagó siempre presumiendo de general, Sanabria, Barrilete, Elvirita, Daniel el Huevudo, Desideo con sus violentos ramalazos corriendo a esconderse en el zaguán de su casa, en la actual Librería El Águila. Todo un cortejo vigilado de cerca por el sargento Clemente, y los guardias Cano Valencia, Bacallado, Manuel Pérez, Lucas, Enrique el Veneno, el cabo partido y cable tierra. Mientras Rafael el loco, lucía su uniforme de tropa de la Cruz Roja, con condecoraciones individuales.

Aquella cabalgata recorría la ciudad de Aguere en un alegre itinerario que seguían grandes y chicos, por la calle de los Álamos, de la Carrera, la Plaza de la Catedral y la Pila Seca, calle de la Rosada, San Agustín y Juan de Vera, calle de las Cruces y otra vez a la Plaza del Cristo, que era el final de tan largo ajetreo. Esa noche quedaba en el ámbito de La Laguna el característico aroma de las bengalas quemadas, restos de serpentinas y confetis, pero lo más importante la alegría y el entusiasmo de chicos y grandes que iniciaban como siempre las Fiestas en honor al Santísimo Cristo.

La Laguna ha recuperado la Pandorga después de cuarenta años y volvimos a disfrutar de la Batalla de Flores, con asistencia de mayores y pequeños. Felicitamos a nuestros ayuntamiento en la persona del director general de fiestas, el joven Jonathan Domínguez, un político de barrio que sabe lo que está haciendo y sabe asesorarse de conocedores del tema como don Julio Torres y don Domingo Barbuzano, a la vez que recordarle al amigo que debe, de ahora en adelante, utilizar el nombre de Pandorga y no el de Cabalgata, habida cuenta que el primero, “Pandorga” es el auténtico y tradicional de siempre.


FIDEL CAMPO SANCHEZ