20.5.09

COLECTIVO CIUDADANO EL BERODE.

Plenario del 19.5.2009

Con la venia, señor alcalde

Señoras y señores tribunos

Henos nuevamente aquí ante la pretensión de crear una comisión de investigación, sobre situación en los nacientes de Las Mercedes de propiedad particular, por lo que se nos permitirá nos expresemos utilizando un tono un tanto sereno, por supuesto sin las irascibilidades y malas formas que con frecuencia nos brindan sus señorías, tanto los de la bancada nacionalista o la del nacionalismo español, pues para nada se notan cambios, pese a ese nuevo Reglamento Orgánico.

El agua en las Islas o la complejidad de un territorio fragmentado. La historia de Canaria ha tenido en el agua uno de los elementos que ha sido decisivos en su evolución. Unamuno dijo: El agua es el alma del paisaje, y en Canarias es el paisaje mismo.

Las Comunidades de Regantes son instituciones milenarias con una larga tradición histórica, creadas desde sus orígenes para la buena distribución de las aguas y organización propia del regadío. El primer periodo de la historia del regadío se remonta a la Prehistoria y la Edad Antigua, aunque es muy difícil precisar su origen, diferente para las distintas cuencas hidrográficas. De igual modo, la organización de las Comunidades de Regantes no aparece en nuestro Derecho Histórico bien definida, ya que se trata de asociaciones regidas por reglas propias de romanos y árabes. Las normas de distribución de agua para el regadío se basaban en el Derecho consuetudinario, de uso y costumbres, en hábitos que acabarían plasmándose en ordenanzas escritas. En la actualidad, el marco jurídico en el que se basan las Comunidades de Regantes es la Ley de Aguas vigente, donde se establecen los fundamentos de su estructura, competencias y potestades. La primera Ley de Aguas data de 1866 y la última, se promulgó en agosto de 1985 y ha sido recientemente reformada. Desde tiempos históricos las Comunidades de Regantes van formándose a partir de 1918, hasta la llegada de la primera república. Con monarquía, dictadura y república las comunidades de regantes han venido recibiendo nombres diferentes (Sindicatos de Riego, Comunidades de Regantes, etc.)

En el presente, se entiende como Comunidades de Regantes a aquellas agrupaciones de todos los propietarios de una zona regable, que se unen obligatoriamente por ley para la administración autónoma y común de las aguas públicas, sin ánimo de lucro y que están afectas a la tierra. Estas Comunidades se caracterizan por tener personalidad jurídica propia, ser Corporaciones de Derecho público. La figura de las Comunidades de Regantes está reforzada por la propia Administración ya que no sólo reconoce a las Comunidades existentes en su momento, sino que obliga a los futuros usuarios que utilicen el agua en común a constituirse en Comunidad de Regantes. Así, la mayoría del regadío canario está integrado en estas agrupaciones que desempeñan un papel fundamental en el buen uso y gestión del agua que viene unida a la tierra y constituidos como comunidades de aguas con personalidad jurídica propia con el fin de garantizar la demanda hídrica para regar sus predios. En esta Comunidad Autónoma las actuaciones son determinadas por el Consejo Insular de Aguas en base a la Ley Canaria de Aguas 12/1990 de 26 de julio, constituida al amparo de competencias estatales cedidas, que vino a cerrar un periodo polémico y difícil en materia hidrológica, abriendo una nueva etapa en la que el agua es un recurso natural escaso y valioso, indispensable para la vida y para la mayoría de las actividades económico-agrícolas, contemplando las especificidades propias del Archipiélago, subordinando las aguas, con las notorias diferencias entre Islas y cerrando un periodo difícil y polémico que ahora, lamentablemente, por determinados tikis mikis  o diferencias entre Teidagua y el Grupo Municipal Socialista, que se viene decantando en la denuncia en las relaciones económico-sociales de venta de sobrantes de agua para abasto público de la Comunidad de Regantes “Río Viñatigo”, cuyos nacientes están ubicados en Las Mercedes y la empresa de economía mixta creada el 13-2-1992,  entre el Ayuntamiento, con accionariado mayoritario, y Aguagest. El Ayuntamiento, posteriormente al entrar en la sociedad el Ayuntamiento de Tacoronte con el  10,04, pasa a ser minoritario y Aguagest mayoritario con el 49,7% y nuestro Ayuntamiento con el 40,26%. Es en el Consejo de Administración donde deben dirimirse las cuestiones discrepantes, aunque esté en minoría el Ayuntamiento. Teidagua como subcontrata explota el suministro poblacional, desde aquel Gobierno que presidiera José Segura y el tesón e interés de Manuel Alemán, edil en aquellas fechas. Nosotros entendemos que estas cuestiones deben ventilarse  en el consejo de administración, que es donde deben llegar a acuerdos y de no haberlos deben ventilarse  en los tribunales de Justica pero siempre es más aconsejable, hablar, escuchar y consensuar.

A todo esto y relacionado con esa preocupación, para nosotros no  muy objetiva y sin con excesiva carga política  del Grupo Municipal Socialista, debido a que este invierno de fuertes precipitaciones pluviales, la comunidad  de regantes Las Mercedes tuvo que verter, barranco abajo, las aguas y, por tanto, no fueron vendidas a Teidagua ante la imposibilidad de poder haber sido depositadas en estanques, depósitos o charcas ¿Porqué esos que tanto protestan y se preocupan que no se pierda una gota de agua, no hacen uso de que están gobernando en el Estado y consiguen la instalación de depósitos que logren paliar el tirar, en invierno, tanta agua como viene ocurriendo, con lo que lograrán importantes bajadas en el precio? ¿Acaso detrás de todo esto puede estar el que las aguas en Canarias pasen a ser de propiedad pública? Afortunadamente no podrá ser así, por razones de justicia y de equilibrio, a nadie se le puede quitar lo que tiene sino mediante la justa indemnización No defendemos a nadie sino que actuamos en razón a la lógica, la lucha por un recurso esencial y de gestión,  y el objetivo de sostenibilidad a través de la historia y a la experiencia: Fuimos agricultores en el Sur de Tenerife, en predios propiedad de nuestra esposa, poseíamos la charca más antigua del barranco y, como consecuencia la primera que se llenaba en época de lluvia que, cuando estaba completa abríamos compuertas y la hacíamos discurrir barranco abajo, como viene ocurriendo y seguirá salvo para los que son desconocedores de estas cuestiones.

Fuimos presidente de la Comunidad de Aguas de Adeje, constituida como Sindicato de Regantes y cuando los nacientes, como consecuencia del aumento producido por las pertinaces lluvias, se vendía el agua a los que tenían grandes depósitos y el resto se botaba barranco abajo hasta desembocar en la Mar Oceána. Evidentemente que para conocer esto es preciso haber tenido que manejar alguna guataca y haber tenido que cargar alguna que otra piña de plátanos. La suerte de esta nacionalidad ha sido el fomento y el comienzo de las grandes explotaciones agrícola-ganaderas y ahora la industria turística que gracias al agua y a mejores repartos de la riqueza se ha contribuido a cambiar nuestros modos de vida, dejando atrás el latifundismo para dar paso a una incipiente nueva sociedad que nos ha situado en más adecuados niveles económicos para que estemos situados en una sociedad de mejor estabilidad social y no de las graves y discriminantes situaciones del pasado.

Algunos usan aquello de Unamuno: ¿De qué se habla? que me opongo! Y otros dan ruedas de prensa para oponerse a todo, con tal de armar ruido y que se note su existencia. Pedimos desde este Colectivo,  paz, consenso y menos partidismo.

 

Fidel Campo Sánchez