28.5.09

CRONICA SOCIAL Y CULTURAL LAGUNERA.

El pasado día 23, en la Sociedad Económica de Amigos del País, con la asistencia de un largo centenar de personas de la sociedad cultural y de investigación étnica estuvieron presentes para oír una conferencia que resultó de mucho nivel, sobre el Archipiélago Canario, su pasado y su presente, de libro del Dr. Verneau. Reedición de una Conferencia impartida por el autor en 1888, editada por el doctor Gaspar Sierra y cuya presentación corrió a cargo de don Melchor Núñez Pérez que asimismo colaboró en la traducción con doña Dolores Hernández Barrera.

La apertura del acto fue efectuada por su director don Andrés De Souza Iglesias quien dio las gracias a don Gaspar Sierra al haber donado el original para el fondo de la Económica, quien en tono de buen humor dijo que lo que esperaba era que a la hora de admitirlo como socio no se introdujera una bola negra que, al decir del señor De Souza no se daría ya que eso pertenecía al pasado.

Verneau tuvo una gran vinculación con el Museo Canario –llegó a ordenar y estudiar todos sus fondos en 1925. Dicho Museo fue creado en 1880 por el grancanario Gregorio Chil y Naranjo, médico que, como muchos de sus colegas embarcados en este proyecto, había estudiado en Francia. Chil y Naranjo quien conocía personalmente a muchos de los grandes antropólogos franceses, perteneció a varias sociedades científicas de este país en el que presentó diversas comunicaciones fundamentalmente sobre los antiguos habitantes de las Islas Canarias, uno de los temas centrales de sus estudios

La instauración de la antropología en las Islas Canarias, y la entrada de éstas en el mundo cultural europeo, pasa en primera lugar por los trabajos del francés Sabin Berthelot, que tempranamente publicó su Etnografía de las Islas Canarias (1842) –primer tomo de la Histoire Naturelle des Îles Canaries– que sería completada por su importante trabajo de vejez Antigüedades Canarias (1879). Berthelot pondría en estas obras los fundamentos de la etnografía y la antropología física canarias.

Sin embargo, sería a raíz de las semejanzas tipológicas entre el hombre de Cromañón y los guanches, señaladas por el célebre médico antropólogo Pierre Broca en 1871, cuando la antropología canaria aparecería en el panorama francés y, por ello, europeo. Cinco años después, René Verneau, discípulo de Broca, vendría en su primera misión científica al Archipiélago, reuniendo abundantes materiales guanches que enviaría al Museo de Historia Natural de París-

Según el señor Núñez. Verneau lo mezcal todo: observaciones, opiniones, prejuicios y suposiciones sobre la sociedad canaria y los canarios. Verneau es el observador civilizado y se asombra de la pobreza, atraso e incultura de los canarios de aquella época. Es parcial e interesado en sus comentarios. Muchos de los cuales podrían calificarse hoy como políticamente incorrectos, directamente beligerantes en materia de los que conocemos como el pleito insular, pionera de tal situacion. Infravalora la importancia de Santa Cruz, respecto a las Palmas de Canaria. Para Verneau “si hay una isla en el archipiélago que merece el nombre de Afortunada, está es Canaria. Muestra verdadera obsesión por los orígenes de los indígenas canarios, de influencias europeas en más motivación parcial y política que científica. Diferencia tres tipos raciales en la población de los antiguos canarios: el guanche mayoritariamente, que equipara con el cromañón, el semita que equipara con el árabe, pero que debe referirse al tipo bereber, dado que los árabes no estaban en el Norte de África”. Lo peor de todo es que, a cada uno de los grupos les quiere asociar grados diferentes de evolución cultural, según manifiesta en la presentación el profesor Núñez. Y nosotros añadimos que con aviesas intenciones de invadir Canarias para ser incorporadas al imperio francés, como una colonia más en el continente aficano.

El hecho de toda esta historia es que con motivo de las colonizaciones llevada a término por Francia en el continente africano esta obra de Verneau está influencia por aspectos partidistas y colonizadores, pues a Francia le interesaba dejar constancia partidista que los bereberes eran parte de la etnia Cromañón que habían exportado y que, por supuesto eran blancos, mientras que los árabes eran apestado, negros. Pero resulta que cuando ocurre el levantamiento de su colonia en Argelia (1954/62), una potente lucha de libración nacional que se produjo después de la segunda Guerra Mundial, a partir de ese momento ya los bereberes no eran blancos sino árabes negros y, por tanto formaron parte de sus enemigos a combatir, según dijo el antropólogo don Fernando Estévez que ofreció una muy significativa y docta charla informativa en el sentido y significado que estamos exponiendo y ampliando conceptos y concretando que las momias y demás fueron llevadas de Canaria y que, en una renovación del Museo Nacional francés, junto con otros, están depositadas sin suficiente medidas de conservación las momias llevadas de Las Palmas de Canaria.

FIDEL CAMPO SANCHEZ