ACTOS EN LA LAGUNA EL DIA DEL BETATO JOSE DE ANCHIETA.
El día del Padre José de Anchieta se celebró con gran solemnidad, por los miembros de la Hermandad de Caballeros que lleva su nombre. En la mañana se realizó una ofrenda floral en la Casa de Verdugo y Morín, donde pudiera haber nacido el beato hace 475 años, y ubicada en la Plaza Abajo, hoy sede provisional del Obispado de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna.
En dicho acto se encontraba Julia Dorta, concejala de Cultura de nuestro Ayuntamiento, una representación del obispado y nutrido número de Caballeros, presididos por su Hermano Mayor, don Antonio Eulogio Hernández, más conocido por el sargento Antonio, pues fue guardia municipal y culminó su carrera como Jefe de la Policía Local, habiendo sido durante muchos años primero cabo y luego sargento de la misma. Una vez jubilado fue concejal muy “popular” ya que muchos laguneros depositaron su voto en su apoyo, del que se benefició el PP de aquella época
Se desplazaron a la Glorieta que lleva el nombre del Padre Anchieta, en el acceso a la Trinidad desde la autopista, donde se encuentra la magnífica escultura andante, donada por el Gobierno del Brasil por suscripción popular a la ciudad de Aguere. Obra de Bruno Giorgio, artista que ha influido en el arte de los jones brasileños y colaborador en la edificación de Brasil.
Por la tarde se celebró una solemne función religiosa en la iglesia de la Concepción, oficiada por el deán de la Catedral y Vicario de Asuntos Económicos, Julián de Armas. A continuación siguió la procesión de la imagen de Anchieta, cuya talla se debe al sacerdote-periodista y escultor, José Siverio, durante muchos años director de Radio Popular de Tenerife. El cura Siverio recibió el encargo de esculpir la imagen del gran prócer y noble caballero, don Andrés de Lorenzo-Cáceres y Torres quien junto con su hermana Soledad, viuda de Olano apadrinaron su bendición, llevada a término en la iglesia de Santo Domingo, donde se conserva la pila bautismal en que recibió las aguas bautismales, el venerado lagunero.
Es justo recordar a todos los tinerfeños y canarios en general, que fue el Padre Luís María de Eguiraun, S,J el que trabajó incansablemente para darle a conocer en el mundo del catolicismo. Durante muchos años, casi en solitario, llevó la causa de Anchieta adelante. En 1950, con motivo del Año Santo, se organizó una peregrinación a Roma y se le encargó que llevase la representación del ordinario (obispo). La finalidad era entregar al Papa, un memorial en nombre de la Isla, que solicitaba la pronta beatificación de Anchieta. El expediente le entregó al Papa, don Antonio de Lecuona, presidente por entonces del Cabildo. Estos documentos fueron publicados por el canónigo don José Trujillo Cabrera, que se titularon:”Año Santo 1950. Crónica de la 1ª peregrinación tinerfeña a Roma”.
En 1962, se acuerda constituir una comisión titulada “pro museo de Anchieta” a instalar en La Laguna. La comisión la presidió el general don Lorenzo Machado, vicepresidente don Enrique Rumeo (conde Barbate) y como vocales el padre Luís María Eguiraun, el catedrático de arte, Jesús Hernández Perera, el deán José de Ossuna, el crítico de arte Miguel Tarquis y el catedrático de latín Juan Álvarez Delgado. En 1980, fue celebrada solemnemente la beatificación del padre Anchieta en Roma, asistiendo numerosas autoridades religiosas y civiles y el pueblo fiel.
Reconocer la labor realizada por los autores del libro “Vida y Obra de José de Anchieta”, por Miguel Rodríguez Pantoja, Francisco González Luís, Fremiot Hernández González y José María Fornelll Lombardo y el joven culto profesor universitario, canónigo José González Luís, así como el reverendo padre Juan que ha realizado la labor de bracero, así como a nuestros buenos amigos y conciudadanos en la Hermandad de Caballeros, nuestras felicitación y deseo de solicitar, como premio a la labor de propagar al Padre Anchieta y que el Gobierno Brasileño conceda a la entidad, la medalla del Brasil y por parte de la Diócesis la “Mendi et Merendi” a los que mantienen desde siempre las tradiciones laguneras, cuyos nombres están en la mente de todos.