14.6.09

RESPETAR O NO RESPETAR


A más de uno no acaba de entrarle en la cabeza que cuidar el medio ambiente es tarea de todos. Por mucho dinero que las administraciones públicas destinen a preservarlo de nada servirá tan loable esfuerzo mientras haya quienes tiren la lata de refresco en un paraje idílico, la colilla del cigarro en el suelo, la nevera (o cosas peores) al barranco y la bolsa de plástico en no sé dónde (pero no en su sitio).

Viene a nuestra mente la obra teatral “La educación de los padres”, sainete que me viene al pelo para reflexionar sobre la (falta de) educación de determinados individuos. ¿Cómo podemos pretender que los pibes tengan comportamientos civilizados si sus padres son los primeros que no dan ejemplo o dan el contrario al que deberían dar? Con determinados progenitores los hijos no pueden ser más que como son (califíqueles cada lector a su antojo).

Hay gente que no acaba de entender que no se debe ensuciar lo colectivo, que no se debe escupir en la calle, que no se debe mantener alto el nivel del televisor por la noche, etc. O sea, que no se puede ir por la vida sin respetar ni a nada ni a nadie. Pésimo síntoma es tener que recordarlo a estas alturas de la película. Todos sabemos perfectamente que tan gravísimo y extendido mal no se arregla sólo a base de multas (muy útiles, ya que la mayoría sólo reflexiona cuando le tocas el bolsillo), pues no se puede poner un guardia tras cada esquina para cazar al que aparca el coche en el paso de peatones, al que lo deja en raya amarilla, al dueño del perro que no recoge lo que deja su can, etc. O nos auto-mentalizamos o no hay arreglo.

Salta a la vista que el respeto al medio ambiente y la educación son hoy, con frecuencia, conceptos antagónicos. Por desgracia, el respeto (prescindiendo de lo de “medio ambiental'”) y la educación ya lo eran (sobran los ejemplos) hace mucho tiempo. Y así nos ha lucido y lucirá el pelo. He aquí un buen tema para que, tras mirarse en el espejo, hablen de él los políticos en las campaña electorales e incluso después, pese a que en esta mamandurria no sean precisamente ellos quienes puedan servirnos de guía edificante pues quienes no respetan principios morales y éticos mal pueden servirnos para que mejoremos, lo suyo son las corruptelas y cargarse el medio.

Fidel Campo Sánchez