19.6.09

GESTO GENEROSO DE CARIDAD DE LOS CURAS CANTABROS

¡Existe otro talante monseñor de Las…!

Los sacerdotes católicos de la diócesis de Cantabria y el obispo monseñor Vicente Jiménez Zamora al frente han decidido donar el 20% de su paga extraordinaria de junio a Cáritas para ayudar a esta institución en unos momentos en los que la demanda de ayuda ha crecido hasta casi duplicarse debido a la crisis y en muchos casos a la debida administración que se debe observar en época de bonanza económica.
Es cierto que esta medida no tendrá una importante repercusión en la disponibilidad de Cáritas, pero es un gesto lleno de coherencia que dice mucho en favor de los curas de Cantabria, cuyo ejemplo debía ser imitado en otras partes,, principalmente en la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, en la que vemos que los clérigos cada día aumentan más sus barrigas, sus estómagos. Cáritas realiza una función de suma importancia en la protección social, porque llega allá donde los mecanismos gubernamentales no alcanzan: a pensionistas con ingresos mínimos, a los marginados o a las familias a las que el paro ha dejado en situación límite.

El trabajo social de Cáritas es ejemplar porque aprovecha el cien por cien de las donaciones que recibe y porque actúa al margen de cualquier criterio político, social, racial o religioso. Los sacerdotes cántabros han dado un buen ejemplo y han puesto el foco sobre una ONG que merece el máximo reconocimiento. Y que ya quisiéramos para nosotros en esta Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, en la que gesto de este calado nos parece totalmente imposible que llegara a darse pues vemos a los clérigos excesivamente mercantilizados por lo que gestos como el precedente dudamos pueda llegar a sentirse Lo de ellos es atesorar y que sus negligencias como Palacio Salazar, Catedral o cualquier centro de culto sea el pueblo quien lo pague con sus impuestos, no teniendo en cuenta que no todos los ciudadanos pertenecen a la religión “católica apostólica y romana”, para suerte de aquellos que se han dado cuenta que la verdad está en Cristo y no en las sectas como la del nacional catolicismo franquista.



Fidel Campo Sánchez