7.6.09

LOS HORRORES OCULTOS DE LA SECTA CATOLICA.

El relato de abusos sexuales y torturas físicas y psíquicas que sufrieron miles de menores en instituciones estatales de Irlanda, regentadas en su mayoría por congregaciones de religiosos y religiosas trae a la mente las declaraciones de determinado clérigo de la secta de los católicos en la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, acaecidas no ha mucho, en una posible traición de subconsciente cuando dirigió las practicas pedófilas a las tentaciones de los niños, entro 12 y 13 años, a ciertos curas, poniendo al descubierto una realidad espeluznante que durante décadas ha permanecido oculta tras los siniestros muros de las sacristías, de orfelinatos y casas de rehabilitación para menores desfavorecidos, abandonados y olvidados.

El demoledor informe de la Comisión sobre Abusos a Menores que ha investigado y documentado abusos que se remontan en algún caso a 1914 exige tanto por parte del Estado como de la jerarquía católica irlandesa, como las jerarquías en estas ínsulas y por parte de la Conferencia Episcopal en toda España responsables de muchas de las órdenes bajo cuya disciplina ocurrieron y pueden estar ocurriendo los atropellos y ultrajes ahora desvelados, una asunción de responsabilidades y la depuración de las mismas. Sólo la admisión de semejante vergüenza con todas sus consecuencias podrá resarcir, aunque sólo sea parcialmente, a las víctimas de un sufrimiento tan inimaginable como el que detalla el informe oficial. Irlandés y que en estas colonias del Estado Español, por quien corresponda debe llevarse a efecto.

Pero el ínclito obispo Cañizares, uno de tano cretinos de la secta del nacional catolicismo franquista en estos últimos días se ha atrevido, en esa línea política contra el Gobierno y en el no respeto a las leyes del País- dar a Dios lo que de Dios y al César lo que es del César- a decir y comparar los abusos sexuales a menores, ¡quitándole casi importancia!, con la ley del aborto que, según este individuo es mucho peor.

Como estos malos representantes de una confesión religiosa que, no lo dudamos, es la mayor del Estado español y sus territorios coloniales que, para mayor poca vergüenza no asumen que vivimos en un Estado de derecho aconfesional, cabria aconsejarles que, con sotana o sin sotana, con cleriman o sin cleriman, se constituyan en partidos políticos y vean la posibilidad de llegar al Parlamento y es ahí donde únicamente pueden trabajar para cambiar las leyes, mientras tanto, están mucho mejor calladitos y predicando cuestiones morales acordes a sus paladares, en su templos, iglesias y dirigidas a su feligresía, pues estamos comprobando como otras confesiones religiosas que viven de las aportaciones( pagan el diezmo) de sus miembros, no hacen aberrantes manifestaciones públicas y lo que tienen que decir lo dicen en sus centros de reuniones pero sobre la base del respeto a las leyes del país si son democráticas.

Fidel Campo Sánchez