La fiesta del Corpus Christi es una de las más antiguas celebraciones de más tradición religiosa en La Laguna. Según Pedro Ramón Gutiérrez ya desde 1496 el Cabildo ordenó se celebrara siguiendo el modelo sevillano y que a su procesión asistieran todos los gremios de oficio. El inicio de la celebración se inició allá por el siglo XIII, en la que se fundan las primeras cofradías Eucarísticas.. En La Laguna al significado religioso se le ha añadido una tradición común en otros lugares de las Islas, como son la confección de alfombras con flores o tierra, sales coloreadas y semillas de superior riqueza artística. Son realizadas a lo largo de la noche y madrugada por miembros de las instituciones, Asociaciones de Vecinos y colectivos muy diversos y lo que es mucho más importante, para que la tradición no se pierda, por jóvenes y niños pero… que visto lo que vemos, después del sui generis Sínodo Diocesano y su norma 516, más otras medidas recientes de las que nos ocuparemos seguidamente, creemos que terminará languideciendo esta festividad religiosa y una de tantas tradiciones laguneras propias del ser y amor del lagunerismo.
Leemos en la Prensa Insular que La Laguna premiará por primera vez las alfombras hechas en el Corpus Christi, noticia dada con la presencia del alcalde Fernando Clavijo, acompañado por la “ínclita” concejala Julia Dorta en la Sala Consistorial del obispado de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, presidido por el cacique de las Breñas, habida cuenta que da la impresión que el máximo representante del pueblo lagunero se pliega a semejante obispo no deseado por los laguneros. El alcalde, suponemos que a la orden del que en cuestiones político-religiosas más manda, pretende gratificar este año a los autores de las mejores alfombras, con cuatro precios de 1.500 euros cada uno y el objetivo pasa por incentivar y animar a la participación que, nosotros opinamos lo contrario ya que el Corpus Christi (Cuerpo de Cristo) o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, es una fiesta destinada a celebrar la Eucaristía y la principal finalidad es proclamar la fe en Jesucristo presente en el ,Santísimo Sacramento, por lo que estimamos que el establecer competiciones de algo que el pueblo ha venido haciendo con amor y fe puede llevar a contenciones que darán como resultado negativo la desaparición de tal actividad. Por otra parte si ya de las arcas Municipales salen los dineros para brezo, flores, sales tintes y tierras ¿cómo puede ser que se vaya a permitir gastarse un millón de pesetas más en premios, cuando la costumbre que hace ley, desde tiempos inmemorables, ha sido el dar una diploma a todos los que han intervenido
Curiosamente ese obispo de métome en todo relaciona el Corpus con la caridad, esa que a nuestro buen entender no practica él y anima a hacer aportaciones por la crisis actual ¿a qué se refiere a la Catedral o a su mansión palaciega?, pese a que nosotros con los Evangelios en la mano entendemos que la caridad empieza por uno mismo no solamente por los demás.
Y como ya estamos cansados de tanta manipulación, política clerical de imposición y el el tal Bernardo se crea un adorador del dinero, traemos como ejemplo nada edificante lo que en ese obispo del nacional catolicismo franquista solemos ver, como un neo rey Midas, ese mito clásico sobre la tragedia inevitable cuando la verdadera felicidad no es reconocida. La vieja labor del rey Midas, que es la codicia que le domina, es aleccionadora y nos invita a pensar, reflexionar y darnos cuenta de las consecuencias que podemos atraernos siendo esclavos de nuestros propios deseos. Por suerte el rey Midas reconoció su error a tiempo y pudo revertir semejante situación, en definitiva el materialismo. ¿Cundirá el ejemplo en el de las Breñas?
Fidel Campo Sánchez