26.6.09

IDIOTISMO CONGENITO DE UN LOCUTOR DE RADIO Y UN EDIL SOCIATA

En días pasados oíamos en una emisora de radio de esas que son creadas por algún que otro empresario, quizás para compensar determinados y posibles desaguisados en la construcción con motivo de la crisis, en la que un “ínclito” locutor de apellido Castañeda ¿será por desventura hermano de la competente edila del mismo nombre de familia y ugetista en el HUC., además, del Grupo Municipal Socialista?, emprendiéndola con total y absoluto desconocimiento, rayano en la demagogia, contra la magnífica y didáctica obra de investigación de don Julio Torres Santos: “La historia de una ciudad a través de su Teatro”. En la cual leemos la dedicatoria que hace el autor a su nieto y que dice: “Una inauguración representa el principio de todo. Una inauguración es el milagro del presente y la esperanza del futuro. A la generación del 2008, a la que pertenece mi nieto Adrián”

Prologa doña Ana Oramas y González Moro, por entonces alcaldesa de La Laguna, nuestra entrañable ciudad, en el que glosa el esfuerzo de años de trabajo del investigador lagunero don Julio Torres, quien se ha sumergido en el duro y a veces opaco mundo de la archivística en el estudio teórico y práctico de los principios, procedimientos, problemas y objetivos concernientes al almacenamiento de documentos, buscando documentación para poder clasificar y dárnosla a conocer. Este investigador ha logrado descubrir y desenterrar documentos ya olvidados sobre el promotor del Teatro, don Antonio Leal y sobre aquel arquitecto granadino, don Antonio Pintor.

Como si de una tesis doctoral y de una novela histórica se tratase, don Julio Torres desmenuza la intrahistoria que diría Unamuno, para referirse a la vida tradicional que sirva de decorado la historia visible, como oposición a lo que estaba en la sombra. Busca en fuentes originales los acontecimientos que han convertido el Teatro Leal en uno de los símbolos de la ciudad, ese Teatro que ha crecido en la ciudad que vio nacer y crecer, allá por 1915, fruto y deseo del sueño del hijo de uno de los canarios que hicieron fortuna en Cuba.

Nos resulta incomprensible que desde una emisora de radio se lance una soflama contra una obra acogida, con alegría y excelente crítica, por la sociedad lagunera, señal de su valía fue que este libro figuró en sitio preferente como novedad importante en el estand de la Exposición del Libro Canario en Berlín y México

No es permisible el que la ignorancia supina, tanto del señor Castañeda como el asentimiento vergonzante del edil Abreu presente en la tertulia, se haya podido vincular a su autor con el equipo de Gobierno de CC., habida cuenta que si bien la llevó adelante la Concejalía de Cultura a cuyo frente estaba la competente licenciada doña Fidencia Iglesias no es menos cierto que la aportación del Ayuntamiento y del Gobierno de Canarias fue mínima ya que quien realmente financió fue Cajacanarias a través de su Obra Social.

Y para finalizar decimos: no es el bobo de baba sino aquellos que se sitúan en el “idiotismo congénito”, caracterizado por demencia y manías de los de cráneos aplastados y ojos oblicuos.

Fidel Campo Sánchez