28.6.09

¿DESAPARECERAN LA OFICINA UNA PARTE DEL PATRIMONIO LAGUNERO?

Tristeza, aún siendo la más desgarradora, esta tristeza y perplejidad de la desaparición del buchinche o guachinche (taberna) la Oficina establecido desde hace años en el callejón del juego de bolos, nos lleva a estados de inspiración y conexión con nuestra alma. Somos conocedores del abismo y el desgarre profundo, pero podemos hablar desde el otro lado de la tristeza cual es la esperanza de que por parte de nuestro alcalde, responsable máximo en la dirección patrimonial de nuestro Ayuntamiento pueda darse cuenta y corrija el mal daño que se puede llevar a término contra el Patrimonio habida cuenta que aunque aparezca como un edificio destartalado, se trata de la última taberna literaria de gran historia. Sus paredes interiores están llenas de vivencias de nuestra entrañable ciudad, plasmada por los versos de grandes hombres de las letras y poetas como: López Ruíz, Bonnin, Nijota, Bonilla, González de Mesa, Emeterio Gutiérrez, Juan Oliva, Luís Álvarez Cruz y posiblemente el más representativo, don Manuel Verdugo que la consideraba como su clínica predilecta, todos de diferentes profesiones e ideología pero con un único objetivo, importante lugar o punto de encuentro

Este bien patrimonial que por lo que se dice por los diferentes mentideros laguneros está muy próximo a desaparecer y con él una parte importantísima de nuestra entrañable ciudad que debe remediarse por lo que, como laguneros de integración debemos hacer un llamado a las fuerzas vivas para que se movilicen e impedir estos desmadres que, de tiempo en tiempo, se vienen cometiendo contra la tradición histórica y socio cultural de La Laguna.

Esta auténtica joya para la historia de La Laguna que todos conocemos con la “taberna literaria La Oficina que con la actividad de los grupos literarios tinerfeños fue adquiriendo un auge que a nadie le puede ser extraño. Fueron muchos los intelectuales, en cuyas barricas posaron sus asentaderas y que catando las delicias de buenos vinos trataban la problemática ciudadana expresándose, entre trago y trago buscándole sentido a la Literatura en la que muchos se refugiaban como medio para poder expresarse y sacarle sentido a la existencia. Para algunos, ese existir les resultaba insatisfactorio, sentían la necesidad de algo más trascendente, la necesidad de creer, como única manera de liberarse de las angustias que les atormentaban el diario vivir. De estas circunstancias surgieron móviles que llevaron a algunos intelectuales y poetas que influyeron en el alma del poeta que llevamos todos.

Y para finalizar y por el dolor que nos produce la posible desaparición de este guachinche literario finalizamos con el poema de José Galán Hernández, poeta masacrado por las hordas franquista que nos llegan muy adentro estas estrofas que reproducimos y que lleva el título de “Dolor íntimo”, ese dolor que en estos instantes sentimos. “Yo aconsejo al Dolor que me consume/que estoico sufra y calle…/Que no llore mis penas escondidas, que no se entere nadie… Y es que conozco el mundo/y sé que mi dolor no ha de importarle…/¿Por qué decirle, pues, mis desventuras/ si no ha de consolarme?/Mi dolor es soberbio,/tal vez porque es muy grande…/Y llega hasta el final como un estoico, como un rebelde mártir/sin dar gozo al verdugo con tus quejas/que morir con orgullo es morir grande”…

Fidel Campo Sánchez