6.7.09

ALIVIO RELATIVO.

la incidencia de la crisis en sectores muy sensibles de la economía española está llevando a sublimar aquellos indicadores, aún escasos, que apuntan bien a la recuperación, bien a un impacto menos severo de la recesión. El hecho de que las ventas de automóviles haya caído en junio un 15,9% en términos interanuales constituye un comprensible motivo de alivio, aunque sólo sea por la comparación con los meses precedentes, en los que las adquisiciones se desplomaron en torno al 40%. Pero la constatación de que el mejor comportamiento del mercado y, singularmente, de los compradores particulares está vinculado a las ayudas directas de hasta 2.000 euros promovidas por el Gobierno, la gran mayoría de las comunidades autónomas y los fabricantes obliga a relativizar la reactivación de un sector golpeado por la crisis de manera muy profunda y forzado a una reestructuración más allá de sus actuales dificultades.

Parece incuestionable que las subvenciones del Plan 2000E ha animado a aquellos ciudadanos que necesitaban cambiar de coche o pensaban hacerlo, pero que habían retraído su decisión ante el incierto panorama económico; también lo es que este estímulo permite maquillar la desesperanza sobre una actividad que, sólo en el caso de los concesionarios, ha recortado 30.000 empleos en un año. Sin embargo, resulta dudoso que las ayudas, al margen del lenitivo que están suponiendo tras meses de decaimiento en las ventas, vayan a permitir por sí solas reflotar un sector que debe transitar hacia un marco de negocio más realista y ajustado a los cambios que se están operando en las sociedades de consumo por efecto de una crisis sin parangón en décadas. La confirmación de que las familias se están refugiando de nuevo en el ahorro ante los temores que suscitan el enfriamiento de la economía en general y el fuerte incremento del paro en particular certifica que la demanda está lejos de enfilar la recuperación, lo que complica poder augurar cambios de tendencia; tampoco en lo que a la automoción se refiere. En un escenario en el que las factorías se ven afectadas por la crisis mundial y por las restricciones en el negocio de las multinacionales matrices, que la planta de Ford en Valencia vaya a convertirse en la primera en Europa en fabricar un motor 'EcoBost', el cual permite reducir las emisiones de CO2, indica que el futuro del sector está en la tecnología avanzada y en el reacomodo a las nuevas exigencias del mercado.

Fidel Campo Sánchez