El discernimiento es el juicio por cuyo medio o por mucho del cual percibimos y declaramos la diferencia de las cosas. Lo que naturalmente implica tener criterio, es decir una norma, modelo de valores considerados como autoridad moral, tradiciones, filosofías, preceptos culturales, sociales o religiosos. Creemos que en los tiempos que nos ha tocado vivir debemos distinguir dos tipos de discernimientos: el bíblico y el filosófico. El discernimiento bíblico, exige tener un modelo de valores morales que, lamentablemente, vemos manipulados por la religión mayoritaria, el nacional catolicismo, más como secta de interés político-económicos que como religión cristiana.
Los que usamos
El discernimiento filosófico, puede llevarnos de forma arbitraria a un “patrón de conducta” que ayudará a distinguir que es “bueno” y “malo” desde el punto de vista humano (prescindiendo de Dios) cuya norma de valores se basa principalmente en la acumulación del conocimiento basado en la observación del comportamiento humano, sus motivaciones y pensamientos, o en experiencia personal/social a través de las fuentes del conocimiento. El discernimiento, por tanto, y aunque con matices que harían primar los religioso de los meramente filosófico, siempre nos ha de llevar a separar lo verdadero de los falso.
El buen elegir nos llevará a esferas más elevadas que dentro del discernimiento nos ha de llevar a situaciones que sirvan para alejar viejos métodos y resentimientos de aquellos que, en sus incapacidades clericales no respetan las leyes del país, como vienen haciendo esos de
Y finalizamos recordando a los “ayatolas” que se aferran al nacional catolicismo: “No juzguéis, para que no seáis juzgados (Mateo 7:1) pero debían leer y meditar sobre el capítulo entero en el que Jesús dijo:”… guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de oveja (versículo 15).
Una persona que es capaz de discernir entre el bien y el mal, tiene por lo menos uno de los mayores signos de madurez espiritual (Hebreos 5:14). Nosotros consideramos correcta la postura que venimos adoptan al denunciar a los falsos maestros a los que, contrariamente a lo que ellos se llevan siglos no respetando, son libres para continuar esparciendo sus venenosas doctrinas hoy en día, debido a que existe conspiración del silencio entre creyentes contrarios a la buenas enseñanzas de
Fidel Campo Sánchez