14.7.09

LA RIC Y LA PICARESCA, EL ENJALMO O MANTA CON QUE TAPAR LAS TRAMPAS.

La picaresca o ardid como principio estratégico para llevar adelante temas a partir de la experiencia que se tiene por estos peñascos atlánticos para alinear las leyes a nuestros deseos, en este caso la RIC al terrero económico de unos pocos, a modos de la “picaresca” de esa novela renacentista del Lazarillo de Tormes, si bien la misma nos es considerada como obra “picaresca” en sentido estricto. El enjalmo, voz del español que se habla en Canarias es referido a manta que sustituye la albarda o se pone debajo de esta para evitar que se lastime la piel el animal, tiene más aplicaciones pero para el caso que nos ocupa utilizamos ésta que la que consideramos más apropiada por ser la que vieneN utilizando los políticos y empresarios para tapar las trampas y las corruptelas.
Veamos sino el siguiente caso que hemos presenciado y deducimos de un cartel anunciador en un edificio de reciente fábrica, donde antaño estuvo el talleres y garajes de guaguas de Palazón, en el lagunero Tanque Abajo, de tenor siguiente y del que omitimos el teléfono por razones obvias:”Local 400 metros cuadrados para la RIC”. Para nosotros, canarios de a píe incomprensible y muy sospechoso en tanto en cuanto a los fondos de la mentada Reserva de Inversiones Canaria.
Nos han querido y persisten querer vendernos la RIC como “un mecanismo fiscal fomentador del ahorro y la inversión empresarial como mecanismo promotor del desarrollo económico y social del Archipiélago, desde la época en que fuera Consejero de Economía el “ínclito” ex comunista José C. Mauricio y no como una negocio para unos pocos que en realidad es lo que es y no para establecer derechos laborales y sociales en general (que nosotros estos privilegios los vemos como un atentado a los derechos sociales)

La RIC “grosso modo” no tiene razón de ser pues como ciudadanos todos debemos pagar los impuestos, y que los fondos actuales se estén invirtiendo en cuestiones chanchulleras y no se inviertan en cuestiones sociales y que la RIC como tal deje de existir nos lo plantea de manera contundente ese cartel, pues, por lo que se deduce la RIC es utilizada en la más vulgar de las picarescas para eludir impuestos y, en absoluto, para crear puestos dignos de trabajo, para mejorar los servicios públicos, fomentar empleo social (autoempleo, cooperativas, trabajo asociado, empleo juvenil…). Crear centros infantiles públicos, centros de día y residencias para mayores, construir hospitales públicos que son muy necesarios, en absoluto privados de algunos amigotes, de esos que financian campañas electorales.

La RIC nace con voluntad de financiación pero en realidad es un negocio para unos pocos y que determina negativamente la realidad de las Islas. Es una ley que permite establecer, con impuestos no aportados a las arcas del estado, la llamada Reserva de Inversiones de Canarias. La RIC, supuestamente, es una bonificación fiscal cuyo objetivo es facilitar la capitalización de las empresas Canarias. La reserva permite reducir el 90 por ciento de la base del Impuesto de Sociedades (compra de pisos, salones comerciales, terrenos, urbanizaciones…) Situación de signo injusto y escandaloso. Mueve grandes cantidades de dinero. Entre mellas la promoción de la ZEC, el REA, los fondos estructurales europeos, subvenciones a grandes exportadores agrarios, etc. Se alega para todo la ultraperificidad de las Islas, pero este criterio no se emplea para establecer derechos laborales y un más adecuado reparto de la riqueza y pensiones dignas para sacar de la indignidad a más de 500 mil de nuestros congéneres que mal viven bajo el umbral de la pobreza.


Fidel Campo Sánchez