29.1.10

EL RIO Y NUESTROS BARRANCOS


Bueno yo quiero hacer una reflexión, sé que ese gran río Orinoco, no percibe ese gran caudal de Soy un canario, que me sorprendí cuando vi allá en la llamada España el primer río, solo en ese cauces de la naturaleza conocía el barranco de mi barrio del Becerril, hoy barrio de Candelaria, en la Cuesta. De niño solía jugar en él, cuando llovía. Hoy en día ya no existe el progreso lo absorbió, Yo me preguntaba, ¿cómo sería ver y oír ese gran caudal de agua que pudiera originar un rio? Ese río fue el Guaire, en Caracas (Venezuela), y lo vi cuando yo tenía 30 años, no era un río muy grande, comparado con los que vi posteriormente, como el Orinoco, Támesis, el Guadalquivir que son, enormes, grandes y caudalosos, les puedo asegurar, que me impresione muchísimo ante tanto líquido elemento como transportaban, procedente de uno o varios afluentes que desembocaban en los mismos. No podía imaginarme cuantos afluentes eran necesarios para formar esos grandes caudales y convertir a esos ríos en enormes viaductos acuíferos, de pequeñas fuentes o nacientes, pero no me puedo imaginar, cuantos afluentes son necesarias para formar ese enorme caudal, pero su misión es depositarla en el gran recolector que es mar, que los purifica, para seguir dándonos cada día y cada año la oportunidad de vivir en este planeta azul que está agonizando, y muchos no lo estamos defendiendo, como si de nuestros padres se tratara.

No puedo, calcular cuántos ríos están, vertiendo millones de hectómetros de agua en este bendito mar, pero seguro que lleva millones de años, y nosotros en menos de dos siglos, lo estamos matando poco a poco, y los que tienen la solución y el poder de ayudar para que esa agonía no prospere no se ponen metas a corto plazo. ¿Es que no tienen hijos o nietos? ¿Cómo se pueden tomar tan a la ligera eso que debe de ser, la primera de las responsabilidades, cual es la de no contaminar?.

Yo soy un ser no culto, pero si preocupado, y quiero a mis hijos y adoro a mis nietos, que son también nuestros nietos e hijos, quiero a este mundo, a mis islas Canarias, a mi pueblo y a todos los seres que las habitamos, y en ello incluyo los que no las cuidan y maltratan, por un puñado de monedas que no se las pueden llevar al otro Mundo, porque cuando llegue el momento de partir no las van a necesitar, porque donde vamos no tienen ningún valor, solo te ha servido para que tus descendientes, peleen por esa herencia que algunos han forjado con sus codicia y el fuerzo, de un pueblo explotado , al que han ha exprimido, y que nos han enfermado de tal modo que solo ha servido para contaminar a generaciones, que heredaran, esa terrible enfermedad, en la que una pequeñisima parte de este mundo está enferma y no lo saben, no tiene cura material solo lo cura la Fe espiritual, la justicia, el respeto personal, la honradez, y el sentido común, esa es la mejor riqueza que podemos dejar a nuestro seres queridos y a la humanidad..

M. Marrero.