Nosotros consideramos y notamos graves fallos en el concepto de la Cultura y el Arte que debe tener la delegación de Cultura y Música del Ayuntamiento de La Laguna, nuestra entrañable ciudad que, además, y para mayor inri vive de espaldas a la Universidad. Por eso sometemos a consideración que ir contra la Cultura, el Arte y los edificios que representan estos dos conceptos, equivale a aniquilar un valor humano fundamental.
Como notamos en el tratamiento que debe llevarse en ese singular y municipalizado Teatro Leal, desde que fuera adquirido, en los primeros años del establecimiento de la Democracia, por un ayuntamiento presidido por los socialistas y cuyo alcalde fue Pedro González, con su impronta artística que comenzó su decadencia con la llegada al poder político de esos del régimen nacionalero de CC., hasta que, ante tantas presiones de la ciudadanía, siendo alcaldesa Ana Oramas, podemos hoy verlo remozado pero… nos preocupa su conservación por poca preocupación de quienes están llamados a vigilar y preocuparse porque en el mismo no se cometan aberraciones, simplemente del orden de lo basto, mal gusto y tosco.
Y como para nosotros el usar de manera indebida el hueco para carteleras en el frente del Teatro, taladrando, produciendo agujeros como estereotipo de desconocimiento habida cuenta que el hueco para anunciar actuaciones debe ser mediante colocación en el mismo de una cartelera fabricada con madera noble y del mismo estilo que señala el ingenio del arquitecto que lo diseñara.
Por lo anterior debemos significar que cuando utilizamos el término basto nos estamos refiriendo, para descalificar estas actuaciones, a cierto genero de aparejo o albarda que llevan las caballerías de carga, en definitiva en el español que se habla en Canarias y concretamente en Fuerteventura y Lanzarote que, son aparejos que llevan los burros y los camellos, formados por el “sudadero, el basto, las bastas y los atillos”. Lo que trae a nuestra memoria lo que ocurría en aquellos bailes de petroman o candil, en el suroeste de Tenerife, concretamente en Charco del Pino (Granadilla de Abona). Bailes que los mozos del lugar consideraban exclusivos y les desagradaba que a los mismos asistieran jóvenes de otros lugares, lo que traía como consecuencia que utilizaran las albardas que les hacían cargar hasta ponerlos fuera del pueblo. Eso mismo, en nuestra consideración, por el mal hacer había que hacérselo a alguno de nuestros/as ediles por sus frecuentes desatinos y desconocimiento del lugar que ocupa cualquiera de sus manos, la diestra o la siniestra,
Por todo ello y los desafueros que además protagonizan en los Plenos del Ayuntamiento tanto el quipo de Gobierno como la oposición, de la que excluimos a los del PP., toda vez que saben comportase, menos una componente del grupo, sería conveniente y necesario que asistan a cursos de protocolo para que vean que hay formas y maneras diferentes de conducirse.
FIDEL CAMPO SANCHEZ