La última encuesta del CIS, señala que los políticos españoles y canarios ya no son una solución, sino un problema; el que más preocupa, después del paro y la economía. Un dato sociológico sorprendente, aunque tal vez no lo sea tanto si reflexionamos sobre los motivos que llevan a esta percepción de los ciudadanos. Pero, antes de opinar sobre los resultados de esta encuesta, queremos dejar claras dos cosas. Una, que dentro de la clase política hay excepciones honrosas y dignas de encomio. Y dos, que la profesión de político, cuando se ejerce con responsabilidad, honestidad y espíritu de servicio, es tan digna como cualquier otra.
Pero, precisamente, en el modo de ejercer la política es donde se equivocan nuestros políticos. Y el error más grave que cometen, después de ser elegidos, es olvidar con rapidez que son servidores públicos pagados con el dinero de los ciudadanos, y que su trabajo consiste en solucionar problemas, nunca en crearlos., como vienen haciendo a cada paso.
Los ciudadanos no podemos perdonar, por ejemplo, que alguien entre en política para enriquecerse; para utilizarla solamente como plataforma de proyección personal o para favorecer a su casta ideológica, económica o familiar, como, lamentablemente, viene ocurriendo de manera muy preocupante en esta nacionalidad.
Por tanto, si la clase política es una preocupación para los ciudadanos, será porque carece de credibilidad y respetabilidad y le sobra prepotencia, populismo y oportunismo y ocasiones para corromperse; será porque muchos de nuestros políticos son mediocres -y en esto algo tendrán que ver las listas cerradas-; ¿será porque no saben estar a la altura del cargo para el que son elegidos; será porque no tienen sentido de Estado y llegan incluso a plantearse que el Estado son ellos y no el pueblo soberano? Nosotros, rematamos en la creencia que el problema son los políticos y nunca, jamás la solución.
FIDEL CAMPO SANCHEZ